Como era de esperar, el conjunto dirigido por Marcelo Bielsa, obtuvo una clara victoria por 1 a 0 ante Honduras, sin dudas, el rival más débil del grupo.
Se hace difícil analizar el rendimiento de la roja de mitad de cancha hacia atrás. Ya que los simpáticos hondureños solo se dedicaron a defender y jamás buscaron el arco rival. Lo único destacable del equipo caribeño fue la solidaridad y la garra para defender. No se cansaban de tirarse al piso a barrer, pero de atacar e inquietar a Bravo, ni hablar.
Por ello es que no se puede decir que el equipo de “marcelito” tuvo una mala o buena tarea defensiva. Simplemente no tuvo.
En cuanto a la tarea ofensiva fue un descontrol. Chile buscó el arco rival durante 90 minutos, pero jamás tuvo claridad. Gran responsable de esa falta de claridad es sin dudas el mismo Bielsa. El rosarino, quien busca revancha en un mundial tras el fracaso con Argentina en el 2002, no tuvo mejor idea que poner como centrodelantero a Valdivia. El pobre “mago” no sabía donde ubicarse y quedaba en offside o a contramano de la jugada.
Mati Fernández, de flojo partido, jamás tuvo claridad para poner un pase gol, en parte por la falta de un 9.
Vidal tiraba pelotazos a cualquier parte y Beausejour se perdía en las marcas hondureñas.
El único que pudo hacer valer su juego fue Alexis Sánchez desbordando e inquietando a la defensa rival.
Más allá del merecido triunfo de la roja, se vio poco, muy poco y la exigua diferencia en el marcador puede traerle algún dolor de cabeza.
Si bien el grupo recién empieza, lo lógico sería que España gane sus tres partidos y Honduras los pierda.
De esta manera el pase a octavos de final, o la vuelta tempranera a casa, se definiría con Suiza. Y los europeos pueden presentarle un partido aún más trabado a Chile sabiendo que un empate los deja bien posicionados y definiendo en la última fecha con un Honduras ya eliminado.