Decepción es la palabra justa para calificar el sentimiento del futbolero después del partido que Argentina y Chile igualaron sin goles.
La idea de juntar a los mejores jugadores del fútbol local para que entrenen todos, un par de veces a la semana, bajo la mirada de Basile es seductora. Que el técnico de la selección sea mucho más que un mero reclutador me parece perfecto.
Es más, la idea de poner 3 medio campistas habilidosos como Belluschi, Montenegro y Sosa hacía suponer una actuación mucho mejor de la que finalmente se dio.
Pero la realidad fue que no había jugadores para recuperar la pelota. En el primer tiempo los trasandinos tendrían que haberse adelantado en el marcador de no ser por un error del juez de línea, las atajadas de Carrizo y las malas definiciones de los delanteros chilenos. A todo eso hay que sumarle que la actualidad de Belluschi, Montenegro, Palacio y Pavone no es buena, dista mucho de los mejores momentos de estos excelentes jugadores.
Se notó al equipo perdido y con muchas desinteligencias. Raro, teniendo en cuenta el tiempo de trabajo.
En fin, una prueba fallida, pero una proyecto interesante.